Chiesa di Santa Maria della Vittoria
Explora Roma en bicicleta, scooter, Vespa o tuk-tuk en un tour exclusivo que incluye una visita a la Iglesia de Santa Maria della Vittoria para admirar el Éxtasis de Santa Teresa de Bernini, una obra maestra del Barroco que combina arte y espiritualidad en una experiencia única.
Lo que hay que saber sobre la Iglesia de Santa Maria della Vittoria
La Iglesia de Santa Maria della Vittoria es una de las joyas del barroco romano, situada en el centro de Roma, en Via XX Settembre. Fundada en el siglo XVII, esta iglesia es famosa por su increíble arquitectura y por albergar una de las obras más famosas de Bernini: El Éxtasis de Santa Teresa es una escultura que se encuentra en la Capilla Cornaro dentro de la iglesia. Realizada entre 1647 y 1652, esta obra representa uno de los momentos más intensos de la vida mística de Santa Teresa de Ávila, figura central de la espiritualidad católica. Bernini representa a Teresa mientras experimenta una visión mística, golpeada en el corazón por un ángel con una flecha dorada. La escena está llena de emoción e involucra al espectador en un momento de éxtasis espiritual. La obra se caracteriza por un dinamismo extraordinario, con los personajes suspendidos en un espacio que parece trascender la fisicalidad. El uso de la luz natural, que entra a través de una ventana oculta sobre la escultura, añade un efecto dramático, realzando los detalles del mármol y creando una atmósfera de trascendencia. El éxtasis de Santa Teresa no es solo una obra maestra del arte barroco, sino también un ejemplo de cómo el arte puede comunicar experiencias místicas y espirituales de una manera visual y atractiva. La Iglesia de Santa Maria della Vittoria, por lo tanto, es una parada ineludible para quienes visitan Roma, no solo por su belleza arquitectónica, sino también por el significado espiritual y artístico que contiene. La iglesia de Santa Maria della Vittoria fue construida entre 1608 y 1620 y originalmente diseñada por el arquitecto Carlo Maderno. Inicialmente, estaba dedicado a San Pablo, pero después de una victoria católica durante la Guerra de los Treinta Años en 1620, se dedicó a Santa María de la Victoria, convirtiéndose así en un símbolo de triunfo y protección divina. El interior de la iglesia es un derroche de decoraciones barrocas, con frescos, mármoles policromados, estucos dorados y numerosos altares ricamente decorados. Entre estas, la «Capilla de Cornaro» es sin duda la más famosa gracias a la presencia de la escultura del Éxtasis de Santa Teresa. Esta capilla fue encargada por el cardenal veneciano Federico Cornaro y fue decorada como un verdadero «teatro espiritual»: las paredes laterales muestran a miembros de la familia Cornaro observando la escena, como si fueran espectadores en un palco. La fachada de la iglesia es más sobria que el interior y respeta el estilo típico del barroco romano temprano. Rematada por un frontón triangular y decorada con estatuas de santos, tiene un portal central con un marco elaborado. Además de la Capilla Cornaro, otras capillas laterales albergan importantes obras de arte, incluidas pinturas de artistas como Domenichino y Guido Reni.
Curiosidad
La inspiración mística y polémica: El éxtasis de Santa Teresa se inspira en una experiencia mística que la santa vivió y describió en sus escritos. Sin embargo, la obra de Bernini ha suscitado interpretaciones controvertidas por su intenso simbolismo y su representación casi sensual del rostro y el cuerpo del santo. Esta ambigüedad hace que la obra sea fascinante y ha estimulado numerosas interpretaciones, desde las místicas hasta las psicoanalíticas.
Técnica innovadora de «teatro»: Bernini adoptó una técnica innovadora al crear una especie de «teatro espiritual» para la Capilla Cornaro. La escena parece un espectáculo en progreso, con la familia Cornaro apareciendo tallada en los lados de la capilla como espectadores en un palco de teatro. Este recurso escénico era raro y enfatiza la influencia teatral en el arte barroco.
La ventana oculta: Un elemento ingenioso de la Capilla Cornaro es la ventana oculta sobre la escultura, que deja pasar la luz natural. Bernini lo diseñó para simular un rayo de luz divina que cae sobre el santo, realzando el mármol blanco y creando un aura mística alrededor de la escena.
Una capilla que escapó de un incendio: La iglesia estuvo en peligro de ser destruida en 1833, cuando un incendio devastó el edificio. Milagrosamente, la Capilla Cornaro y la escultura del Éxtasis de Santa Teresa resultaron ilesas, lo que se consideró un signo de protección divina.
Encargo de la familia Cornaro: La capilla fue encargada por el cardenal Federico Cornaro, que pertenecía a una de las familias más poderosas de Venecia. Cornaro quiso dejar un importante legado espiritual y artístico, eligiendo a Bernini como autor de una obra que reflejaba tanto el prestigio de la familia como la devoción religiosa.
Bernini y su «conversión artística»: El Éxtasis de Santa Teresa fue creado después de un período difícil para Bernini. La obra es considerada el resultado de una especie de «conversión» espiritual y artística, después de haber enfrentado crisis personales y profesionales. Esta obra marca el renacer de su estilo, una síntesis entre la técnica sublime y la profundidad emocional.
Una inspiración para escritores y artistas: El éxtasis de Santa Teresa ha inspirado a numerosos artistas, escritores y poetas a lo largo de los siglos. Uno de los más famosos fue el escritor francés André Gide, quien describió la obra como una de las esculturas más poderosas y conmovedoras que jamás había visto. El arte moderno también se ha visto influenciado por la intensidad de esta obra, que representa un icono de la pasión mística.